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EL VERDADERO DIABLO Una Exploración Bíblica |
correo electrónico del autor, Duncan Heaster
Contenido Capítulo 2 - Algunas Enseñanzas Básicas de la Biblia Capítulo 3 - Algunas Implicaciones Prácticas 3-1 Algunas Implicaciones Prácticas Capítulo 4 - Demonios Capítulo 5 - Un Examen de los Pasajes Específicos de la Biblia que Mencionan al Diablo y a Satanás Capítulo 6 - Algunas Conclusiones |
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1-2-1 Satanás en el pensamiento de Justino Mártir La respuesta de los "padres de la Iglesia" fue afirmar que aunque es cierto que el mundo está en manos de Satanás, el bautismo libera a una persona del poder del Diablo. De ahí que en las fórmulas bautismales se empezara a decir de cómo los demonios eran expulsados de una persona (1). Esto contrastaba drásticamente con la reiterada evidencia en el Nuevo Testamento de que el bautismo es para el perdón de los pecados personales, un renacer "en Cristo", cubierto contra el pecado por su sacrificio (Hechos 2:37, 38; Colosenses 2:12-14). Ninguno de los pasajes sobre el bautismo en el Nuevo Testamento, en particular la exposición acerca del bautismo en Romanos 6 y la institución del bautismo en la gran comisión, mencionan jamás que su propósito es exorcizar demonios o liberarnos del poder de un ser personal llamado el Diablo. Producido alrededor del año 180 d.C., el apócrifo "Hechos de Pedro" intentó conscientemente mezclar el gnosticismo con el cristianismo afirmando que los aspectos negativos de este mundo es culpa de un Satanás personal que le tendió una trampa a Adán y "lo ató... con la cadena del cuerpo [humano, pecaminoso]". El relato del Génesis no dice nada --y es un silencio ensordecedor-- acerca de ningún "Satanás" tentando a Adán. Asimismo, el Nuevo Testamento declara simplemente que el pecado entró en el mundo por medio de Adán; no por alguien o algo (Romanos 5:12). Justino Mártir fue una de las principales eminencias que trató de defender al cristianismo en contra de las críticas gnósticas. Escribiendo a mediados del siglo II, habló mucho de cómo el universo entero se halla en verdad infectado de demonios y del poder del Diablo. Él llegó a esta conclusión debido a la necesidad de contestar la pregunta, "¿Adónde cayeron Satanás y sus ángeles?". Él ideó un esquema de diversos niveles de atmósfera, pobladas, aseguró, por diversas clases de ángeles caídos. Aquellos que cayeron más lejos descendieron al centro de la tierra, al infierno, mientras que otros permanecieron en la tierra, y aún otros quedaron en la atmósfera. Asimismo, él aceptó la falsa idea de una "alma inmortal" que va al cielo después de morir, y, por lo tanto, él supuso que los demonios de la atmósfera intentarían detener el avance de las almas al cielo. Esto carece totalmente de respaldo bíblico. La Biblia habla claramente de la resurrección del cuerpo y del galardón literal a los justos en el reino de Dios en la tierra, a la segunda venida de Cristo. Además, lo que decide el destino final de una persona es cómo vive y en qué cree; esto no puede ser impedido por seres que se hallen suspendidos en medio de la atmósfera (2). Justino Mártir muy claramente tenía necesidad apremiante de evidencia bíblica para sus ideas (3). Toda su cosmología, según se acaba de describir, carecía totalmente de apoyo bíblico. Lo mejor que pudo hacer fue referirse a la idea de que los hijos Dios se casaron con las hijas de los hombres, que se menciona en Génesis 6. Este pasaje, sin embargo, como quiera que se entienda, ciertamente no provee una base para la detallada cosmología que él expuso profusamente. En la Sección 5-3.1 se muestra el significado del pasaje de Génesis 6; por el momento, es suficiente decir que simplemente no apoya lo que Justino elaboró basándose en dicho pasaje. La apremiante necesidad bíblica e intelectual de Justino se destaca por el faux pas que él hace en su Diálogo con Trifo donde afirma que la palabra "Satanás" se deriva del hebreo sata ("apóstata") y nas (que él afirma que significa "serpiente"). Aunque esta etimología es evidentemente falsa, (4), en vista de que el hebreo para serpiente es nachash, Satanásclaramente significa tan sólo "adversario"; sin embargo, tuvo el respaldo de Ireneo. Esta clase de necesidad intelectual apremiante, deshonestidad académica y arrogante distorsión de los significados de la raíz hebrea se necesitaba y se necesita tan sólo para defender lo indefendible; que la serpiente del Edén no era el animal literal que Génesis 3:1 dice que era, sino que más bien era un ser personal apóstata llamado Satanás. Es significativo que también se ha acusado a Gregorio de afirmar, a sabiendas, falsas derivaciones de palabras hebreas y griegas a fin de apoyar su caso; por ejemplo, que diabolous procede de una raíz hebrea que significa "caerse desde el cielo" (5). ¡No significa nada de eso! Pero quizás lo más significativo de todo fue que Justino recurrió a los escritos de otros "padres" en vez de ir a la Biblia misma. De este modo: "Porque entre nosotros el príncipe de los espíritus malignos se llama la serpiente y Satanás y el Diablo, como usted puede darse cuenta mirando en nuestros escritos" (La Primera Apología de Justino, cap. 28). Cómo se definió a Satanás "entre nosotros" se hizo importante, y se apeló a esa definición sobre la base de "mirar en nuestros escritos". Una fe basada en la Biblia, un interés por basar todo entendimiento cristiano en los términos de Dios y en la palabra de Dios, ya no era de suma importancia. Una revisión de este período revela como los "padres" lidiaban con las lógicas implicaciones de las teorías que ellos inventaban acerca de Satanás. Un notorio ejemplo es la forma en que cambian sus ideas respecto a cuál fue exactamente el pecado de Satanás. Teófilo tomó la idea judía [de Sabiduría 2:24] que el pecado de Satanás fue la envidia; Ireneo y Cipriano diferían en cuanto a si fue envidia a Dios o a [un supuestamente preexistente] Jesús, o a Adán; pero entonces Orígenes decidió que el pecado de Satanás no fue la envidia sino en realidad el orgullo. Una y otra vez rehusaban enfrentar los simples hechos del relato de Génesis, que Pablo resumió cuando dijo que "el pecado entró en el mundo por un hombre [Adán]" (Romanos 5:12). Ireneo lidiaba con la cronología de la caída de Satanás. Habiendo decidido que Satanás cayó porque le tenía envidia a Adán, tenía que colocar el pecado de Satanás después de la creación de Adán. Enfrentado con el problema de cuándo cayeron los ángeles de Satanás, él acomodó eso con la idea de que los hijos de Dios se casaron con las hijas de los hombres en Génesis 6, justo antes del diluvio. Por supuesto, eso, a su vez, plantea muchísimas otras preguntas. ¿Por qué se arrojó fuera a Satanás, pero no a los otros ángeles? ¿Cómo se las arreglaron para quedarse en el cielo por muchos siglos más? ¿Cómo reconciliar esto con la interpretación errónea de Apocalipsis 12 que declara que el Diablo y sus ángeles fueron arrojados juntos del cielo? ¿Cometieron Satanás y los ángeles el mismo pecado? Notas.
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