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EL VERDADERO DIABLO Una Exploración Bíblica |
correo electrónico del autor, Duncan Heaster
Contenido Capítulo 2 - Algunas Enseñanzas Básicas de la Biblia Capítulo 3 - Algunas Implicaciones Prácticas 3-1 Algunas Implicaciones Prácticas Capítulo 4 - Demonios Capítulo 5 - Un Examen de los Pasajes Específicos de la Biblia que Mencionan al Diablo y a Satanás Capítulo 6 - Algunas Conclusiones |
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5-20 El dios / príncipe de este mundo 2 Corintios 4:4: "En quienes el dios de este mundo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el que es la imagen de Dios". Juan 12:31; 14:30; 16:11: "El príncipe de este mundo". Véase 2-4 "El Satanás Judaico". 2 Corintios 4:4 "El dios de este mundo"
El texto oriental (arameo) lee así: "A aquellos de este mundo cuya mente ha sido cegada por Dios, porque ellos no creían". Note al pasar que son las tinieblas lo que ciegan los ojos de los hombres (1 Juan 2:11), es decir, no andan conforme a la luz de la palabra de Dios. Hay sólo un Dios, no dos. Y también merece mencionarse que Isaías 6:10 dice que Dios tiene el poder de cegar a Israel. El Nuevo Testamento repite esto. Romanos 11:8 dice que Dios (y no Satanás) cegó a Israel respecto al evangelio; 2 Corintios 3:14 dice que la mente de ellos estaba cegada o "endurecida" (Revised Version) como lo estaba la de Faraón. Quienquiera que sea o que fuera "el dios de este mundo", Dios lo utilizó y, por lo tanto, es mayor que él. Henry Kelly comenta: "Dado este expediente, ¿podemos ver al Dios de este aeon como nuestro Dios, como Yahvéh? Él está, al fin y al cabo, a cargo de todo" (1). Es Dios y no alguna figura de Satanás independiente el que envía a las personas una energeia de error para creer en falsedades (2 Tesalonicenses 2:12); la "energía" esencial en el proceso proviene de Dios. Que alguien se llame "el dios de este mundo" no significa necesariamente que en realidad es "el dios de este mundo"; podría significar "aquello o el poder que lo hace ser Dios de este mundo". De este modo, Hechos 19:27 habla de la diosa Diana, un ídolo sin vida "a quien honra... el mundo entero". Esto no significa que el trozo de madera o piedra llamado Diana fuese en realidad la diosa de este mundo. Mencioné en la sección 1-1-2 que Pablo está citando "al dios de este mundo" de unos escritos judíos contemporáneos más bien que realmente creyera en la existencia de semejante dios. También es posible que "el dios de este mundo" que ciega a la gente sea una alusión a algún material que se hallaba en los documentos que componen lo que ahora se conoce como los Evangelios Gnósticos. La Hipóstasis de los Arcontes afirma tener consignada la reprimenda de Dios a Satanás: "Estás equivocado, Samael", que significa "dios de los ciegos" (2). En este caso, Pablo estaría aludiendo a la creencia popular acerca de Satanás, y reaplicando este lenguaje a la oposición judía al evangelio, y a la "ceguera" que les impide aceptar a Cristo. En Efesios 4:18 Pablo definió específicamente lo que él quiso decir por "tinieblas": "Teniendo el entendimiento entenebrecido... por la ignorancia que en ellos hay... la dureza [ceguera] de su corazón". Esa oposición, más bien que algún mítico "Samael", era el verdadero adversario / Satanás. Incluso si se insiste en que Satanás existe como un ser personal, se tiene que enfrentar la siguiente pregunta: ¿Quién creó a Satanás? ¿Está su poder bajo el control de Dios, o no? Una y otra vez los pasajes de la Biblia acerca de "Satanás" y "demonio" indican que lo que sea que hemos de entender por estos términos, Dios es más poderoso, Dios tiene el control. El libro de Job muestra que Dios le había dado a Satanás todo poder. El poder del Señor Jesús sobre los "demonios" presenta el mismo caso. Y en ese contexto, note que Éxodo 4:11 nos asegura que Dios es el único que vuelve sorda a la gente, pero Lucas 11:14 habla de que semejante mudez es causada aparentemente por demonios. Claramente, Dios tiene el control. Este mundo, con todo el mal y la experiencia negativa que contiene, no ha sido dejado al control de algún ser maligno incontrolable. Con esto en mente, debería ser evidente que "el dios de este mundo" no puede significar que el mundo está bajo el control definitivo de Satanás, y no de Dios. Más bien, "el dios de este mundo" [aion] "puede entenderse como simplemente una personificación de todas las fuerzas de este aion que frustraría el éxito del mensaje cristiano (3). La manera en que la idea de "Satanás" se usa para describir tanto el pecado individual como a las sociedades gobernadas por el principio del pecado, está muy en línea con la manera en que la sociedad del primer siglo fue una sociedad comunal más bien que individualista. La sociedad era la persona. Además, los científicos sociales y psicólogos han confirmado una y otra vez la enseñanza bíblica de que la motivación fundamental de los seres humanos es el ego, el interés propio, lo que la Biblia llama "Satanás". Esto es lo que motiva a la gente en el ámbito individual, y así motiva a las sociedades (4). Por lo tanto, es apropiado que "Satanás" sea la personificación del pecado humano y el interés propio, y que también sea un término aplicado a los gobiernos humanos y sociedades como un todo. Ciertamente, en este sentido el Satanás (bíblico) se podría entender como "el dios de este mundo". Una Interpretación Judía
Si la Escritura se interpreta a sí misma, entonces "el dios de este mundo [aion]" de 2 Corintios 4:4 debe ser similar al "príncipe de este mundo [kosmos]" )Juan 12:31; 14:30; 16:11). Tanto la época [aion] judía como el kosmos terminaron en el año 70. En el contexto, Pablo ha estado diciendo en 2 Corintios 3 que la gloria que brillaba en el rostro de Moisés cegó a los israelitas de modo que ellos no pudieron ver el verdadero espíritu de la ley que apuntaba hacia Cristo. De manera similar, él sostiene en el capítulo 4 que los judíos del primer siglo no pudieron ver "la luz del evangelio de la gloria [compare la gloria del rostro de Moisés] de Cristo" porque aún estaban cegados por "el dios de este mundo", el gobernador de la época judía. El "príncipe" o "dios" del "mundo" [de la época] era el sistema judío, manifestado esta vez en Moisés y en su ley. Note que a los judíos se les describe jactándose de la ley... y deshonran a Dios (Romanos 2:17, 23). Para ellos, la ley de Moisés se había convertido en el dios de su mundo. Aunque no se muestra una conexión explícita, no parece haber razón para dudar que "el príncipe de este mundo" y "Satanás" están conectados. Es evidente por Hechos (9:23–25,29–30; 13:50,51; 14:5,19; 17:5,13; 18:12; 20:3) que los judíos eran el principal "Satanás" o adversario para los primeros cristianos, especialmente para Pablo. Por supuesto, debe recordarse que hay una diferencia entre el carácter personal de Moisés y la ley que él administraba; este contraste se hace constantemente en Hebreos. De manera similar, la ley era "santa, justa y buena", pero su resultado era el pecado debido a las debilidades del hombre; era "débil por la carne", explicando por qué la idea de Satanás / pecado está conectada con la ley. A causa de esto existía la práctica de un "ministerio de condenación", y, por consiguiente, un significativo "adversario" (Satanás) para el hombre; porque en realidad "las pasiones pecaminosas... eran por la ley" (Romanos 7:5). Juan 12:31; 14:30; 16:11 "El príncipe de este mundo"Al "príncipe de este mundo" se le describe que será "echado fuera", que viene a Jesús, pero que no tiene parte en él y que será "juzgado", todo durante las últimas pocas horas ante de la muerte de Cristo (Juan 12:31; 14:30; 16:11). Todas estas descripciones encajan en el sistema judío representado por la ley. Moisés, Caifás el Sumo Sacerdote, Judas; y los judíos querían matar a Jesús y a Judas. Note que "el príncipe de este mundo" se refiere a los gobernadores romanos y judíos en 1 Corintios 2:6, 8. A la muerte de Cristo el sistema mosaico fue abolido (Colosenses 2:14-17); la "esclava", que representaba a la ley en la alegoría, fue "echada fuera" (Gálatas 4:30). Al "príncipe de este mundo" se le describe con las mismas palabras de que "será echado fuera" (Juan 12:31). ¿Caifás? Wycliffe, en inglés arcaico, vierte a Mateo 26:3 así: "Entonces los príncipes de los sacerdotes y los ancianos del pueblo se reunieron en la sala del príncipe de los sacerdotes, que era llamado Caifás". El "mundo" en el evangelio de Juan se refiere básicamente al mundo judío; su "príncipe" puede ser o una personificación de ello, o una referencia a Caifás el Sumo Sacerdote. El nombre equivalente a Caifás en hebreo podría sugerir "echado fuera"; su rotura de su ropa sacerdotal en el juicio de Cristo lo declaró "echado fuera" del sacerdocio (véase Levítico 10:6; 21:10). "Este mundo" y su "príncipe" se tratan en paralelo en Juan (12:31 compare 16:11), tal como a Jesús, el príncipe del reino, se le puede llamar por consiguiente "el reino" (Lucas 17:21). Colosenses 2:15 describe a Cristo poniendo fin a la ley en la cruz como "despojando a los principados y a las potestades"; el "príncipe" del mundo judío será "echado fuera" (una idea similar en griego para "despojar") para entonces hacer un paralelo de esto. Los judíos "prendieron" a Jesús y lo echaron fuera de la viña (Mateo 21:39); pero al hacerlo, ellos mismos fueron echados fuera de la viña y "despojados" por Jesús (Colosenses 2:15). Si en verdad, "el príncipe de este mundo" es una referencia a Caifás, entonces tenemos que enfrentar el hecho de que esta persona está siendo escogida por el Señor para una condena especial, como la incorporación misma de "Satanás", el pecado y sus deseos; todo eso estaba entonces en oposición a Dios. Esto está confirmado por el comentario del Señor a Pilato de que "el que a ti me ha entregado, mayor pecado tiene" (Juan 19:11). También se ha traducido como "mayor" en 1 Corintios 13:13; Marcos 9:34; Mateo 13:32; 18:1, 4; 23:11; Lucas 9:46; Lucas 22:24; Lucas 22:26). Fueron Caifás y los judíos los que "entregaron" a Jesús a Pilato para ejecutarlo (Mateo 27:2, 18; Juan 18:30, 35). Pero el Señor habla como si una persona en particular entre ellos lo hubiera entregado a Pilato, y que esa persona específica era Caifás. Si Caifás tenía el "pecado mayor" en la crucifixión del Hijo de Dios, podemos entender que el Señor Jesús lo haya individualizado para semejante descripción como el "príncipe de este mundo". Varios expositores han interpretado "el Diablo... que tenía el poder de la muerte" en Hebreos 2:14-17 como una alusión a Caifás. Judas y "el príncipe de este mundo" Después de que Judas salió del aposento alto nos quedamos con la impresión de que Jesús empezó a hablar con más vehemencia e intensidad. Inmediatamente después que Judas salió, Jesús dijo: "Ahora es glorificado el Hijo del hombre... Hijitos, aún estaré con vosotros un poco... No hablaré ya mucho [más] con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí" (Juan 13:31, 33; 14:30). Debido a que sabía que Judas volvería pronto con sus hombres, Cristo quería dar a los discípulos tanta instrucción como fuera posible en el tiempo que le quedaba. Esto explicaría la extraordinaria intensidad de significado detrás de las palabras que usó en Juan, vs. 14-17. Después que terminó "Judas, pues, tomando una compañía de soldados, y alguaciles de los principales sacerdotes, fue..." (Juan 18:3). "El príncipe de este mundo viene", Jesúshabía profetizado, había concentrado en la persona y actitud de Judas. Cristo había dicho a los discípulos que "el príncipe" "no tiene nada [compare, "parte alguna"] en mí" (Juan 14:30). Sólo cuando Judas se presentó con los hombres, los discípulos deben haberse dado cuenta que el traidor era él (véase Juan 18:3-5). Jesús sabía que esto les causaría una gran impresión y que los impulsaría a cuestionarse si ellos mismos estaban en Cristo; por lo tanto, él les advirtió que Judas, como una manifestación del "príncipe de este mundo", no tenía ya nada más que ver con él. Porque "el Diablo" del sistema y autoridades judías, quizás Caifás personalmente, había puesto en el corazón de Judas que traicionara al Señor (Juan 13:2). Toda la dirigencia judía eran los "traidores" de Jesús (Hechos 7:52) y que Judas, el traidor destacado, era el epítome del sistema judío. La alusión al príncipe que no tenía ya nada más que ver con Cristo sugiere una referencia a Daniel a Daniel 9:26: "Y después de las sesenta y dos semanas, se quitará la vida al Mesías, más no por sí [Versión Rey Santiago, margen, "y no tendrá nada", es decir, no tendrá parte alguna con él]; y el pueblo de un príncipe que ha de venir [los romanos] destruirá la ciudad y el santuario". De este modo, era el mundo judío así como Judas que no tenían nada más que ver con el Mesías, y el sistema que ellos representaban había de ser destruido por otro "príncipe [romano] que había de venir" a reemplazar al "príncipe [judío] de este mundo". La mención de la palabra "príncipe" y la idea de no tener nada que ver con el Mesías, tanto en Daniel 9:26 como en Juan 14:30, sugiere que debe haber una conexión de esta naturaleza. Judas traicionó al Señor Jesús porque fue comprado y, de este modo, controlado por el "Satanás Judaico". Todos los escritores del evangelio hacen hincapié en el hecho que Judas era "uno de los doce" que se sentó a la mesa en la última cena; la frase ocurre en Mateo 26:14; Lucas 22:47 y Juan 13:21. Así Pedro después reflexionó: "Él era contado con nosotros (compare con "uno de los doce") y [en un tiempo] tenía parte en este ministerio" (Hechos 1:17), aludiendo a la declaración de Cristo de que "el príncipe de este mundo" finalmente ya no tenía parte en él. De manera similar, 1 Juan 2:19 probablemente alude a Judas como una representación de todo lo que regresa al mundo: "Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros" (compare con "Judas, uno de los doce"). A Judas se le describe como un Diablo (Juan 6:70), y su salida del aposento puede estar conectada en la mente del Señor con "el príncipe de este mundo" que sería echado fuera. Aquellos que "salieron de nosotros", en 1 Juan 2:19 eran básicamente los que dejaron las iglesias judías (a quienes Juan les escribía principalmente) para volver al judaísmo, y aquellos que salieron se hallaban tipificados en Judas. 2 Pedro 2:13, 15 equipara a los judaizantes dentro de las iglesias con Balaam "el cual amó el premio de la maldad". La única otra ocasión en que ocurre esta frase es en Hechos 1:18 referente a Judas. "Echado fuera" En el Nuevo Testamento la frase "echado fuera" se refiere a veces a Israel que fue echado fuera del territorio por su desobediencia (compare con Lucas 19:45). Esto era lo que había de ocurrir a los judíos del primer siglo. La ley misma había de ser "echada fuera" (Gálatas 4:30). La idea de ser echado fuera trae a la memoria la expulsión de Agar e Ismael. El Señor comentó referente al término del sistema mosaico: "El esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre" (Juan 8:35). La descripción del Israel apóstata de ser "echado sobre la faz del campo" sin que nadie se compadeciera de ellos excepto Dios debe tener alguna referencia a Ismael (Ezequiel 16:5). Gálatas 4:29-30 conecta específicamente a la ley con Agar, y la fuente de este pasaje en Isaías 54:1-7 se refiere al llamado a regresar para una joven esposa desamparada que tenía más hijos que la esposa casada, la cual tiene similitudes con el regreso de Agar a Abraham en Génesis 16. Después del rechazo final de Agar en Génesis 21, ella deambuló por el desierto de Parán llevando a Ismael; tal como Israel fue llevado por Dios a través del mismo desierto. El suministro milagroso de agua para Israel en este lugar es otra similitud, tal como lo es el nombre de Ismael, que significa "Dios oyó el clamor", tal como lo hizo con su pueblo en Egipto. De este modo, Agar e Ismael representan al Israel apóstata, ambos fueron "echados fuera". Romanos 9:6-8 suministra más confirmación: "Porque no todos los que descienden de Israel son israelitas... sino en Isaac te será llamada descendencia. Esto es: no los que son hijos según la carne son los hijos de Dios". El recordatorio de Pablo de que la simiente había de ser determinada por medio de Isaac, y que el Israel apóstata del primer siglo no era el verdadero Israel de Dios, sino los hijos de la carne, nos lleva a identificarlos con Ismael, el hijo prototipo de la carne. De la misma manera, Jeremías describe al díscolo Israel como una asna salvaje (Jeremías 2:24), quizás invitando a la comparación con Ismael, el hombre indómito (Génesis 16:12). En otro lugar he dado muchos otros ejemplos bíblicos de que el apóstata pueblo de Dios se describe desde el punto de vista de aquellos que no son el pueblo de Dios (5). Notas(1) H.A. Kelly, Satan: A Biography (Cambridge: C.U.P., 2006) p. 66. (2) Según se cita en Elaine Pagels, The Gnostic Gospels (Garden City: Doubleday, 1989) p. 29. (3) Neil Forsyth, Satan and the Combat Myth (Princeton: Princeton University Press, 1989) p. 275. (4) Véase R. Harre, Personal Being (Cambridge, Mass: Harvard University Press, 1984) y muchos otros.. (5) Véase mi li bro Judgment to Come 4–8, http://www.aletheiacollege.net/judgment/judgment4_8.htm .
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