>
Aletheia Bible College
|
Carelinks Ministries
|
Principios Básicos de la BIBLIA
|
'EL VERDADERO DIABLO ' Home
|
Literatura Bíblica en español
|
¿Qué Es El Evangelio?

 

EL VERDADERO DIABLO Una Exploración Bíblica

Libro completo en formato PDF

 

correo electrónico del autor, Duncan Heaster

 

Contenido
Prólogo (porTed Russell)
Introducción
Capítulo 1 - La Historia de una Idea
1-1 Una Historia del Diablo y Satanás en Tiempos del Antiguo Testamento
Digresión 1 - Deconstrucción
1-1-1 Israel en el Exilio: La Influencia Babilonia / Persa
1-1-2 La Influencia Griega
1-2    El Diablo en el Nuevo Testamento
1-2-1 Satanás en el Pensamiento de Justino Mártir
1-2-2 Satanás en el Pensamiento de Ireneo y Tertuliano
1-2-3 Satanás en el Pensamiento de Clemente y Orígenes
1-2-4 Satanás en el Pensamiento de Lactancio y Atanasio
1-2-5 Satanás en el Pensamiento de Agustín
1-3    Satanás en la Edad Media
1-4    Satanás Desde la Reforma en Adelante
1-4-1 Satanás en el Paraíso Perdido
1-5    Los Objetores
1-6    El Diablo y Satanás en el Pensamiento Reciente

Capítulo 2 - Algunas Enseñanzas Básicas de la Biblia
2-1 Ángeles
Digresión 2 - Judas y el Libro de Enoc
2-2 El Origen del Pecado y del Mal
Digresión 3 Romanos y la Sabiduría de Salomón
Digresión 4 La Intención y Contexto de Génesis
2-3 Satanás y el Diablo
2-4 El Satanás Judaico
2-5 El Infierno
Digresión 5 Cristo y los "Espíritus Encarcelados"

Capítulo 3 - Algunas Implicaciones Prácticas

3-1 Algunas Implicaciones Prácticas
3-1-1 "Ser de mente espiritual"
3-2 Las Preguntas Difíciles

Capítulo 4 - Demonios
4-1 El Diablo, Satanás y los Demonios
4-2 Los demonios y los Ídolos
4-2-1 La Teología Cananea Hecha añicos
4-2-2 Caso de Estudio: Resef
4-2-3 Caso de Estudio: Los Dioses de Egipto
Digresión 6 - "También los demonios creen y tiemblan" (Santiago 2:19)
4-3 Los Demonios y las Enfermedades
4-3-1 Legión y los Gadarenos
4-3-2 Exorcismo de Demonios
4-4 El Lenguaje de la Época
4-5 Dios Adopta una Perspectiva Humana
Digresión 7 - El Estilo de Enseñanza de Jesús
4-6 ¿Por qué Jesús no Corrigió a la Gente?
4-7 La Psicología de la Creencia en Demonios

Capítulo 5 - Un Examen de los Pasajes Específicos de la Biblia que Mencionan al Diablo y a Satanás
5-1 Prólogo: Pasajes de la Biblia Malentendidos
5-2 La Serpiente en Edén - Génesis 3:4-5
5-3 Los Hijos de Dios y las Hijas de los Hombres - Génesis 6:2-4
5-4 El Satanás de Job - Job 1:6
5-4-1 El Satanás de Job: ¿Un Correligionario?

5-4-2 El Satanás de Job: ¿Un Ángel Satánico?
5-4-3 Deconstrucción  del Mito Satánico en Job
5-5    Lucifer, Rey de Babilonia - Isaías 14:12-14
5-6    El Querubín Grande - Ezequiel 28:13-15
5-7    Zacarías 3
5-8   La Tentación de Jesús - Mateo 4:1-11

5-8-1 Jesús en el Desierto: Un Estudio del Lenguaje y de la Naturaleza de la Tentación
5-8-2 Las Tentaciones en el Desierto: Una Ventana a la Mente de Jesús
5-9    Los Espíritus Inmundos - Mateo 12:43-45
5-10  El Diablo y sus Ángeles - Mateo 25:41
5-11  El Diablo Quita la Palabra - Marcos 4:15
5-12  Satanás Como un Rayo - Lucas 10:18
5-13  Satanás Entró en Judas - Lucas 22:3
5-14  Pedro y Satanás - Lucas 22:31
5-15  Vuestro Padre el Diablo - Juan 8:44
5-16  Oprimidos por el Diablo - Hechos 13:10
5-17  Hijo del Diablo - Hechos 13:10
5-18  El Poder de Satanás - Hechos 26:18
5-19  Entregado a Satanás - 1 Corintios 5:5
5-20  El Dios de Este Mundo - 2 Corintios 4:4
"El Príncipe de Este Mundo" - (Juan 12:31; 14:30; 16:11)

5-21  Un Ángel de Luz - 2 Corintios 11:13-15
5-22  El Mensajero de Satanás - 2 Corintios 12:7
5-23  El Príncipe del Aire - Efesios 2:1-3
5-24  Dando Lugar al Diablo - Efesios 4:26-27
5-25  Las Asechanzas del Diablo - Efesios 6:11
5-26  El Lazo del Diablo - 1 Timoteo 3:6-7; 2 Timoteo 2:26
5-27  Se han Apartado en pos de Satanás - 1 Timoteo 5:14-15
5-28  Resistid al Diablo - Santiago 4:7; 1 Pedro 5:8
5-29  Prisiones de Oscuridad - 2 Pedro 2:4; Judas 6
5-30  El Cuerpo de Moisés - Judas 9
5-31  La Sinagoga de Satanás - Apocalipsis 2:9-10, 13, 24
5-32  Miguel y el Gran Dragón - Apocalipsis 12:7-9
5-33 El Diablo y Satanás Atados - Apocalipsis 20:2, 7, 10
Digresión 8: "El Hombre de Pecado"
La Bestia y el Hombre de Pecado
El Anticristo en Daniel

Capítulo 6 - Algunas Conclusiones
6-1  Algunas Conclusiones
Digresión 9 - El Sufrimiento (Bev Russell)

 

1-5 Los Objetores: Resistencia al Concepto Popular Acerca del Diablo

Las conclusiones bíblicas de mi capítulo siguiente son que las palabras "Satanás" (adversario) y "Diablo" (calumniador, falso acusador) son simplemente palabras que se pueden usar en las Escrituras sin ninguna connotación negativa, y que a veces se refieren esencialmente al mayor "adversario" que enfrentamos, a saber, el pecado. Además, la idea de un Satanás personal, un ángel caído, sencillamente no se encuentra en el texto bíblico. Sólo el estudio bíblico es la base de mis conclusiones, y espero mantenerlas incluso si el mundo entero está contra mí. Para muchos lectores estas conclusiones serán sorprendentes y preocupantes. Pero debe entenderse que disto mucho de ser el único en haber llegado a este entendimiento. Muy conocidos escritores y pensadores cristianos han llegado precisamente a las mismas conclusiones.

En realidad, siempre ha habido protesta por el punto de vista popular. David Joris en el siglo XVI fue un notable ejemplo de rechazo a la creencia en un Diablo personal, junto con otros, especialmente entre los anabaptistas (1). En el siglo XVII hubo un grupo completo de semejantes pensadores: Jacob Bauthumley, Lodowick Muggleton, Anthonie van Dale, Thomas Hobbes [en Leviathan, 1651], Balthassar Bekker [en The World Bewitched, 1693] y otros. Isaac Newton empezó creyendo en el punto de vista oficial acerca del Diablo, pero con el tiempo [junto con su rechazo a la trinidad, al bautismo por aspersión a los niños pequeños y a la inmortalidad del alma], llegó a rechazarlo. Frank Manuel comenta: "El Diablo parece haber sido metamorfoseado en un símbolo de las pasiones de la carne, y su realidad se hace mucho más cuestionable" (2). El notable erudito seguidor de Newton, Stephen Snobelen, desde entonces ha confirmado esto en numerosos artículos, basados en la más reciente publicación de  más manuscritos teológicos de Newton. Él también ha sacado a luz que Newton llegó a entender a los demonios no como seres literales, sino más bien como un ejemplo de cómo en el Nuevo Testamento  se usa el lenguaje de la época; en este caso, para describir a aquellos que se hallaban afligidos por alguna enfermedad mental. Joseph Mede, en su Apostasía de los Últimos Tiempos, defendía la misma conclusión. Yo hago referencia en la sección 1-4-1 que quizás incluso Milton mismo en realidad no  sostenía la idea tradicional, y de hecho (cuando se le interpreta adecuadamente) está ridiculizando la idea en su totalidad como absurda. El siglo XVIII vio similares protestas; por ejemplo, de Arthur Ashley Sykes y Richard Mead. También el siglo XIX, con John Simpson [The Meaning of Satan, 1804, (3)], John Epps [The Devil, 1842], John Thomas [Elpis Israel, 1848], Robert Roberts [The Evil One, 1882], y otros.

Separado de los dogmas y tradiciones del  viejo mundo, y aún manteniendo una ferviente fe en  el cristianismo bíblico, en el siglo XIX hubo muchos inmigrantes llegados a los Estados Unidos que empezaron a escudriñar las Escrituras  buscando la verdad. Después que se publicó la primera edición de este libro, un amigo canadiense dirigió mi atención a un libro de Walter Balfour, publicado en Charlestown en 1827 (4). Ese extenso libro llega a las mismas conclusiones que yo en todo este libro. Balfour llegó a las mismas posiciones referentes a la enseñanza básica de la Biblia acerca de Satanás, los demonios y la naturaleza del pecado y del mal; e interpretó pasajes como Job 1 de la misma manera que lo hago yo. Por momentos hay una asombrosa similitud en nuestro estilo y fraseología; sólo me consuela el hecho que mentes independientes, separadas por el tiempo, formación, geografía y circunstancia han llegado al mismo entendimiento. Como ya lo he explicado laboriosamente, no es insoportablemente difícil para mí situarme con la espalda al  mundo sobre el tema de Satanás; pero no tener que permanecer totalmente solo es ciertamente algún grado de consuelo y confirmación.

Éstos y otros pensadores independientes resistieron contra el enorme peso de la tradición y el dogma combinado de protestantes y católicos. En tiempos más recientes, tanto académicos como cristianos reflexivos han persistido valientemente en su línea de pensamiento. Lamentablemente, la idea generalizada que se sostiene es que el pensamiento acerca de asuntos religiosos es para expertos, el sacerdote, el pastor, el teólogo académico; y ningún estudiante bíblico principiante, por así decirlo, puede tener una opinión válida. Esto, sin embargo, falla en el objetivo total de la revelación bíblica, o sea, que la Biblia es la palabra de Dios para todo su pueblo, y nos corresponde a cada uno de nosotros estudiarla y reflexionar sobre ella, y sacar conclusiones que sostengamos en absoluta integridad personal. De este modo, Gregorio Niceno, uno de los padres fundadores de la idea cristiana popular acerca del Diablo, en realidad lamentó que la gente trabajadora común dentro de la congregación cristiana tenga un activo interés en asuntos teológicos. Él escribió: "Cualquier lugar de la ciudad está lleno de eso, los callejones, las calles... si uno pregunta por la tasa de cambio, recibe un discurso sobre lo creado y lo no creado.. Uno pregunta el precio de una hogaza de pan y se nos dice como respuesta que el Padre es superior, el Hijo subordinado. Uno pregunta si el baño público es adecuado, y se le replica que el Hijo fue hecho de la nada" (5). El espíritu de la frase "cada hombre un estudiante bíblico" estaba lejos de los primeros padres. Ellos deseaban (como muchos pastores y líderes religiosos del presente) confinar el estudio de Dios, la formulación de entendimiento doctrinal, a su propia pequeña élite. Tenían un exceso de confianza en sus propias habilidades y autoridad, lo cual nos deja con una difícil tarea de aclarar el lío que dejaron, y llegar al verdadero mensaje de la Biblia. Gracias a Dios que él preservó el texto verdadero de la Biblia para nosotros, y que ahora la tenemos en nuestro propio idioma para estudiarla.

Conclusiones

 
Nuestro estudio de la historia de la idea de un Satanás no ha sido pura historia. He añadido mis comentarios a medida que avanzamos. Pero el patrón general de esa  historia, el desarrollo, los cambios y acrecentamientos a la idea, son claras en líneas generales hasta para el más flemático y desconectado historiador. La Biblia habla de "la fe", "el evangelio", como un conjunto de doctrinas, un depósito de la verdad, todo lo cual ha sido entregado al creyente (Efesios 4:4-6), "la fe encomendada una vez por todas a los santos" (Judas 3 NVI). La verdad no es susceptible de que se le agregue o se le quite nada, tal como la Biblia misma deja en claro, especialmente en los llamados de Pablo y Pedro de mantener la pureza de la única fe. Esto significa que una doctrina vitalmente verdadera no puede ser "añadida" a ese cuerpo de la verdad. Jaroslav Pelikan reflexionó correctamente: "¿Qué puede significar que una doctrina "llegue a ser" parte de la fe católica, la cual es, por definición, universal tanto en espacio como en el tiempo?" (6). Y sin embargo es evidente que la doctrina de un Diablo personal es algo que ha sido creado, ex-nihilo en lo que a la Biblia concierne; y entonces fue añadido y desarrollado con el tiempo en algo completamente irreconocible en el texto bíblico real. Por lo tanto, se le debe rechazar como doctrina cristiana. Si fue desconocida para Abraham, Jesús, Pablo, debería ser inaceptable para nosotros.

Notas

 (1) Documentado en Auke Jelsma, Frontiers of the Reformation: Dissidence andOrthodoxy in Sixteenth-Century Europe (Aldershot: Ashgate, 1998), pp. 25–39. El Punto 4 de la Confesión de Fe Anabaptista en Venecia alrededor de 1550 decía que "No hay otro Diablo que la prudencia humana, porque ninguna criatura de Dios es hostil a él excepto ésta”. El documento completo se puede ver en Earl Morse Wilbur, A History of Unitarianism (Cambridge, Mass.: Harvard University Press, 1952) Vol. 2 p. 98.
(2) Frank E. Manuel, The Religion of Isaac Newton (Oxford: Clarendon, 1974), p. 64. En otro lugar, Manuel muestra cómo Newton rechazó la idea de que los demonios eran seres literales; en cambio, él interpretó las referencias a ellos como el lenguaje de la época     para describir la enfermedad mental. Véase Frank E. Manuel, Isaac Newton: Historian (Cambridge, Mass.: Harvard University Press, 1963) p. 149.
(3) Más recientemente impreso en 1999 por Grammata Press (B.C., Canada).
(4) Walter Balfour, An Inquiry into the Scriptural Doctrine Concerning the Devil and Satan (Charlestown, MS: Davidson, 1827), digitalizado en Google books.
(5) Según se cita en G. Bowersock, P. Brown, O. Grabar Late Antiquity: A Guide to the Postclassical World (Cambridge: Harvard University Press, 2000) p. 69.
(6) Jaroslav Pelikan, The Development of Christian Doctrine (New Haven: Yale University Press, 1969) p. 39.

 

 

 


 
 
'EL VERDADERO DIABLO'