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EL VERDADERO DIABLO Una Exploración Bíblica |
correo electrónico del autor, Duncan Heaster
Contenido Capítulo 2 - Algunas Enseñanzas Básicas de la Biblia Capítulo 3 - Algunas Implicaciones Prácticas 3-1 Algunas Implicaciones Prácticas Capítulo 4 - Demonios Capítulo 5 - Un Examen de los Pasajes Específicos de la Biblia que Mencionan al Diablo y a Satanás Capítulo 6 - Algunas Conclusiones |
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5-30 El Cuerpo de Moisés Judas 9: "Pero cuando el arcángel Miguel argumentaba con el Diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a pronunciar juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda". Interpretación Popular Esto se cita en términos muy vagos, con la implicación de que el Diablo debe ser un ser personal, y que este pasaje describe una discusión entre el Diablo, como ángel, y un arcángel. Comentarios
1. No hay ninguna implicación de que "el Diablo" aquí sea un ángel. En vista de que se hace hincapié en que todos los ángeles están unidos en hacer la voluntad de Dios y todos le son obedientes (Salmos 103:19-21; 148:2; Hebreos 1:14), no es posible que haya un altercado entre ángeles en el cielo. 2. Hemos mostrado en el capítulo 2 que las palabras "Diablo" y "Satanás" se pueden usar en relación con hombres comunes. 3. Este Diablo está interesado en el cuerpo de Moisés y no en la supuesta "alma inmortal" de los hombres (la cual, de todas maneras, no es una enseñanza bíblica). 4. Hay muchas similitudes entre Judas y 2 Pedro 2. Judas 9 tiene un paralelo en 2 Pedro 2:11: "Mientras que los mismos ángeles, que son mayores en fuerza y en poder, no pronuncian juicio de maldición contra ellos delante del Señor". El equivalente que usa Pedro para "el Diablo" es "ellos", implicando que el Diablo en Judas 9 no es un ser personal individual, sino un grupo de personas. 2 Pedro 2:10-12 indica claramente que el término "ellos" se refería a un grupo de hombres. 5. Al igual que en Judas 6, este versículo se halla en el contexto de Judas 5: "Mas quiero recordaros". Judas está, por lo tanto, recordándoles de incidentes en la historia de Israel de lo cual ellos deberían aprender lecciones. De este modo, Judas 9 debe ser una referencia a un incidente histórico consignado en la Escritura. En cambio, no hay semejante incidente respecto a un ángel llamado el Diablo en altercado con otro ángel. 6. El arcángel Miguel pidió a Dios que reprendiera, o "prohibiera", al Diablo. Si hay una persona, poder o entidad sobrehumana, llamada el Diablo que hace que los hombres pequen y les causa problemas, entonces no hay evidencia de que alguna vez haya sido efectivamente vedado, en vista de que el pecado y el desastre están aumentando progresivamente. Explicaciones Sugeridas
1. La referencia aquí al Diablo es incidental. El propósito del pasaje es mostrar que los ángeles hablan de una manera amable y humilde, incluso de personas que ellos saben que están actuando mal. Ellos no muestran afán de venganza personal, sino que dicen: "El Señor te reprenda". Los judaizantes hablan mal de las autoridades superiores; "pero Miguel... no se atrevió a pronunciar juicio de maldición contra él [el Diablo]", es decir, él no recurrió a hablar ásperamente como lo hacían ellos. De manera similar, Éxodo 33:9-11 dice que el ángel habló a Moisés "cara a cara, como habla cualquiera con su prójimo", es decir, de una manera relajada y amistosa. Debería recordarse que fue con esta voz que el ángel dio, la "ley de fuego" de Moisés, no de una forma intimidante, como podría inferirse erróneamente por algunas partes de la narración. De manera similar, la "voz apacible y delicada" que escuchó Elías era probablemente la voz tranquila y reposada de un ángel (1 Reyes 19:12 compare con Job 4:16). 2. Hay tantos puntos de contacto entre este versículos y Zacarías 3 que ese capítulo seguramente debe proporcionar un trasfondo histórico para el versículo, lo cual apreciarían los lectores de Judas. Zacarías 3:1-2: "Y me mostró al sumo sacerdote Josué, el sumo sacerdote que estaba delante del ángel de Jehová, y Satanás estaba a su mano derecha para acusarle. Y dijo Jehová a Satanás: Jehová te reprenda, oh Satanás; Jehová, que ha escogido a Jerusalén, te reprenda. ¿No es este un tizón arrebatado del incendio?". Las similitudes más evidentes son: -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- El ángel del Señor El Arcángel Miguel Satanás El Diablo Jehová te reprenda El Señor te reprenda Un tizón arrebatado del incendio (vs. 1, 2) Un tizón arrebatada del fuego (vs. 9, 23). El contexto de Zacarías 3 era el de la restauración de los judíos de Babilonia a Jerusalén bajo la dirección de Esdras y Nehemías. Ellos estaban tratando de re-edificar el templo y re-establecer un sistema de adoración allí. Sin embargo, "el pueblo de aquella tierra debilitó las manos del pueblo de Judá y los atribulaban durante la construcción" (Esdras 4:4), es decir, actuaban como Satanás --adversarios-- contra los judíos. En realidad, se les llama "los enemigos de Judá" en Esdras 4:1. Ellos escribieron al rey de Persia "una acusación contra los [nuevos] habitantes de Judá y de Jerusalén" (Esdras 4:6). La palabra hebrea para "acusación" está relacionada con lo que se ha traducido como "Satanás"; Zacarías 3:8 nos dice claramente que los personajes de los vs. 1 y 2 son "hombres de presagio", es decir, tenemos que interpretarlos. Así los satanes --los adversarios-- se hallaban delante del ángel junto con Josué el sumo sacerdote, el cual "estaba vestido con vestimentas sucias" (v. 3), sin una mitra en su cabeza (así lo implica el v. 5) La implicación es que los habitantes de la tierra, el Satanás, estaban quejándose ante Dios, manifestado en el ángel, de que el nuevo sumo sacerdote judío no era realmente válido, ya que no estaba vestido apropiadamente (probablemente las perdieron durante la cautividad). El ángel le dice a Satanás: "Jehová te reprenda", y procede a vestir a Josué con un conjunto de vestimentas sacerdotales y una mitra (vs. 4, 5), mostrando de este modo que él contaba con la aceptación. La inferencia detrás de la queja era que Dios realmente no había elegido a Jerusalén para que la reconstruyeran los judíos, y que por lo tanto ellos iban a continuar con sus planes sin la interferencia de Dios. Pero el ángel dice que "Jehová... ha escogido a Jerusalén", de la misma manera en que él había escogido a Josué para que fuera sumo sacerdote. De este modo Josué representaba a Jerusalén. "¿No es este un tizón arrebatado del incendio?", le pregunta el ángel a Satanás referente a Jerusalén. Esto se cita en Judas 23 en relación con la salvación de los pecadores arrepentidos. De este modo, el ángel está en efecto diciendo 'Jerusalén se ha arrepentido, por lo tanto los he sacado del fuego del juicio y de la destrucción; así que ustedes no deberían estar implicando que Jerusalén y los judíos son tan pecadores que no pueden ser restaurados a su tierra con mi apoyo'. Judas dice que la disputa entre el ángel y el Diablo --aquellos que se oponían a la reconstrucción del templo-- era "por el cuerpo de Moisés". Por lo tanto, esta frase puede referirse ya sea al pueblo judío en general, de la misma manera que la iglesia cristiana es "el cuerpo de Cristo" (1 Corintios 12:27) porque miramos a él en busca de guía, más bien que pertenecer al "cuerpo del pecado" (Romanos 6:6) porque seguimos al pecado o a Josué el sumo sacerdote. Josué era el "cuerpo de Moisés" en el sentido de que la palabra "cuerpo" puede ser una figura retórica para 3. Otra sugerencia es que el "cuerpo de Moisés" era el cuerpo literal de Moisés; el arcángel Miguel era el ángel de Israel (Daniel 12:1) que los condujo por el desierto en medio de nube y fuego (Éxodo 23:20-21). La disputa puede haber sido entre el ángel y un grupo de judíos --"el Diablo"-- los cuales querían llevar con ellos el cuerpo de Moisés. Pero el ángel había enterrado el cuerpo de Moisés y no le diría a nadie donde quedó (Deuteronomio 34:6). Recuerde que el cuerpo de José fue llevado por los judíos a Canaán (Josué 24:32) como lo fue el cuerpo de Jacob y los de los doce patriarcas sacados de Egipto (Hechos 7:15-16 Revised Version); y sabemos que los cuerpos de los reyes de Israel fueron usados en rituales de adoración blasfemos (Ezequiel 43:7); por lo tanto, era de esperarse que algunos de los judíos también desearían llevar con ellos el cuerpo de Moisés, su gran líder. Los judíos concedían mucha importancia a conservar con ellos físicamente los restos de sus líderes; y se les condena por conservar los cadáveres de sus reyes en el templo (Ezequiel 43:7-9).
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