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EL VERDADERO DIABLO Una Exploración Bíblica |
correo electrónico del autor, Duncan Heaster
Contenido Capítulo 2 - Algunas Enseñanzas Básicas de la Biblia Capítulo 3 - Algunas Implicaciones Prácticas 3-1 Algunas Implicaciones Prácticas Capítulo 4 - Demonios Capítulo 5 - Un Examen de los Pasajes Específicos de la Biblia que Mencionan al Diablo y a Satanás Capítulo 6 - Algunas Conclusiones |
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5-25 Las Asechanzas del Diablo Efesios 6:11-13: "Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del Diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra las fuerzas espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes". Interpretación Popular
Esto se usa para indicar que en el cielo hay espíritus inicuos que están haciendo que el mundo sea pecaminoso, contra los cuales hemos de luchar. Se piensa que estos espíritus / ángeles son súper humanos en poder. Comentarios
1. Aquí no se hace mención de ángeles. 2. Este pasaje enumera varias cosas contra las cuales lucha el cristiano; no dice que tales cosas están tratando de entrar en los hombres para hacerlos pecar. 3. El mundo está bajo el control de Dios, no de seres malignos que haya en el cielo (Daniel 4:32). Dios le ha dado a Jesús "todo poder" en el cielo y en la tierra (Mateo 20:18; Apocalipsis 3:21; Lucas 22:29), así que no puede al mismo tiempo estar bajo el dominio de seres inicuos en el cielo. 4. En el capítulo 2 hemos visto que no puede haber seres pecadores en el cielo mismo (Salmos 5:4, 5; Habacuc 1:13; Mateo 6:10). 5. El versículo 12 se puede traducir así: "Porque no sólo tenemos lucha contra sangre y carne", es decir, no sólo tenemos lucha contra hombres en particular, sino también contra sistemas organizados. 6. Hay mucho lenguaje figurado en los vs. 11-17: la armadura de los cristianos es figurada, así como la lucha, ya que "el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos" )2 Timoteo 2:24); el v. 12 se debe interpretar de manera similar. 7. Si el "Diablo" fue expulsado del cielo al Edén, ¿cómo pudieron él y sus seguidores todavía estar en los cielos literales en los días de Pablo? Explicaciones Sugeridas
1. El contexto está delineado en el v. 13. La preparación se debía a que la iglesia estaba enfrentando "el día malo". Esto se refiere a un período de especial persecución contra la iglesia, el cual había de venir de parte de los romanos, ya que ellos eran los únicos que tenían suficiente poder para crear un "día malo" para la iglesia cristiana en los días en que Pablo escribía sus mensajes (1 Pedro 4:12; 5:8-9). La lucha era contra "los gobernadores de las tinieblas de este mundo", que en aquel tiempo eran los romanos. Note que esta es una lucha espiritual para mantener la fe (2 Corintios 10:3-5). Este tiempo del mal ya había empezado cuando Pablo escribía sus mensajes (Efesios 5:16 - "los días son malos"). 2. El término "principados" se traduce como "magistrados" en Lucas 12:11; "dominio" humano, en el sentido de gobierno humano, en 1 Corintios 15:24, y el "poder" del gobernador romano en Lucas 20:20. Así que no se refiere necesariamente a ningún poder o príncipe del cielo. 3. El término "poder" se traduce como la "autoridad" del gobernador romano en Lucas 20:20, y se refiere a alguien con "autoridad" en Mateo 7:29. Debemos estar "sujetos a los gobernantes [principados] y autoridades [poderes]" (Tito 3:1) en el sentido de gobiernos terrenales, en la medida en que no nos pidan que hagamos cosas que son contrarias a la ley de Dios (Hechos 5:29; 4:19; 4:19:17). Si los "principados y poderes" son seres malignos del cielo a los cuales debemos resistir, ¿por qué se nos dice que estemos sujetos a ellos? Si aceptamos que se refieren a gobernantes y autoridades humanos, entonces esto se entiende con facilidad. 4. "Fuerzas espirituales de maldad en las regiones celestes". Hemos demostrado que esto no puede referirse a seres inicuos del cielo mismo. La exaltada posición de los verdaderos creyentes se describe que están "en los lugares celestiales con Cristo Jesús" (Efesios 2:6). El término "espirituales" se puede usar para describir a aquellos de la iglesia que tenían el don del espíritu; después de dar una lista de mandatos en cuanto a cómo se deberían usar los dones del espíritu, Pablo concluye: "Si alguno [en la iglesia] se cree profeta, o espiritual [es decir, dotado espiritualmente, véase la NVI], reconozca que lo que escribo son mandamientos del Señor" (1 Corintios 14:37). 1 Corintios 14 muestra que había un gran problema en la iglesia por el mal uso que los creyentes le estaban dando a los dones del espíritu. Hebreos 6:4-6 describe a algunos cristianos judíos del primer siglo que tenían el don del espíritu, pero que, por su actitud, estaban alejando a la iglesia del verdadero cristianismo. Éstos serían un principal ejemplo de espirituales inicuos en los lugares celestiales (es decir, en la iglesia). El templo y el arca se mencionan a veces como los cielos (2 Samuel 15:25, compare 1 Reyes 8:30; 2 Crónicas 30:27; Salmos 20:2, 6; 11:4; Hebreos 7:26). La iglesia es el nuevo templo. De la misma manera que los inicuos podían estar en el templo, así también ellos podían estar en los lugares celestiales de la iglesia. Poseer el Espíritu no significa que alguien era necesariamente aceptable a la vista de Dios, por ej., Saúl lo poseyó por un tiempo (1 Samuel 10:10) al igual que los jueces de Israel (Números 11:17) aunque ellos mismos no eran justos; ellos no creyeron en el informe de Josué y Caleb, así que por lo tanto quedaron condenados a morir como los otros israelitas, a pesar de que tenían el Espíritu; Salmos 82:1-7 habla de esto. Por un período, las iglesias de Apocalipsis 2 y 3 poseyeron los dones a pesar de sus errores, hasta que finalmente fue quitado su candelabro (compara Hechos 20:28-29; Efesios 4:11; Apocalipsis 2:5). De este modo, los espíritus inicuos de los lugares celestiales eran cristianos apóstatas que había en la iglesia, que llevaban a la iglesia hacia un "día malo" de tentación. 5. De este modo, la amenaza a la iglesia era doble; de la persecución de parte de romanos y judíos, y de los "falsos apóstoles" (a menudo judaístas) (2 Corintios 11:13) de adentro de la iglesia. Recuerde que Efesios 6:11-13 fue escrito para la iglesia de Efeso. Pablo les había advertido previamente de esta amenaza desde adentro: "Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos" (Hechos 20:29-30). La traducción de Rotherham realza esto claramente: "Nuestra lucha es contra los principados, contra las autoridades, contra el mundo, gobernantes de esta tiniebla, Y contra la maldad espiritual en lugares celestiales". 6. De este modo, todas estas cosas son "las asechanzas del Diablo" (v. 11) en el sentido de los malos deseos de la carne expresados por medio del sistema del gobierno mundial y de los cristianos apóstatas. 7. La expresión "regiones celestes" también puede referirse a posiciones de autoridad en el mundo secular. De este modo, el rey de Babilonia era una "estrella" figurada en el cielo (Isaías 4:12), es decir, un gran gobernante. Jesús es el "sol" (Malaquías 4:2), los santos son las "estrellas" (Daniel 12:3) del orden futuro. Los actuales "cielos" del hombre serán reemplazados por los nuevos cielos cuando se establezca el reino en la tierra (2 Pedro 3:13), es decir, las posiciones de poder y gobierno, que ahora se hallan en las manos de hombres pecadores, serán entregados a los verdaderos cristianos. Los santos del Altísimo poseerán los reinos de los hombres (Daniel 7:27). De este modo, los espíritus inicuos de los "cielos" podría referirse a hombres de mente inicua en lugares de poder en el mundo, los cuales estaban persiguiendo a los cristianos. 8. También es posible interpretar aún al "Diablo" del v. 11, con cierto grado de referencia al "Satanás Judaico". Las "regiones celestiales" del v. 12 pueden referirse a lugares celestiales judíos; 2 Pedro 3 y Deuteronomio 32:1 hablan de los cielos judíos. Esto está reforzado por el hecho de que el "sol, la luna y las estrellas" a veces son figuras retóricas referidas a los judíos (por ej., Génesis 22:17; 37:9; Daniel 8:9, 10, 24). Hemos mostrado que la frase los espirituales inicuos puede referirse a los cristianos judíos que tenían el don del espíritu, pero se volvieron a la apostasía. De este modo, ellos estarían tanto en los "lugares celestiales" cristianos como judíos. La amenaza desde el interior de la iglesia la representaban los judaizantes que se infiltraban en la iglesia (véase "Explicaciones Sugeridas" --todos los puntos-- de 2 Corintios 11:13-15), los cuales eran judíos. En "Explicaciones Sugeridas" Nº 2 de 1 Timoteo 5:14-15, se muestra que los "espíritus seductores" [los espirituales] de 1 Timoteo 4:1 eran falsos maestros judíos. De este modo, "el Diablo" se hallaba manifestado en las autoridades romanas y en los judíos que estaban dentro de la iglesia cristiana. Las dos entidades eran correctas hasta que los poderes de la sinagoga judía a menudo informaban a las autoridades romanas en contra de los cristianos. La frase "asechanzas del Diablo" ofrece apoyo al contexto judío en que la palabra griega para "asechanzas" se ha traducido en otro lugar como "estar al asecho para engañar", en un versículo que habla acerca de los judaizantes que sutilmente trataban de introducir doctrina falsa en la iglesia; la iglesia estaba siendo "zarandeada de un lado a otro, y llevada por doquiera por todo viento de doctrina, por estratagema de hombres y astutas artimañas, con lo cual se hallan al asecho para engañar" (Efesios 4:14 Versión Rey Santiago). Si la frase "regiones celestiales" representa también al sistema judío, esto da mayor significado a Efesios 3:3-10: "El misterio... que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes [con los judíos] de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio... y de aclarar a todos [tanto judíos como gentiles] cuál sea la dispensación del misterio escondido... Para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales", es decir, que por medio de que la iglesia muestre la unidad que existía dentro de ella entre judíos y gentiles, los líderes judíos ("principados y potestades en lugares celestiales") llegasen a apreciar "la multiforme sabiduría de Dios". Esto, a su vez, abre Juan 17:21: "Para que todos [judíos y gentiles] sean uno... para que el mundo [esta frase casi siempre se refiere al mundo judío en el evangelio de Juan] crea que tú me enviaste". El "día malo" del v. 13 sería un resultado de los judaizantes, los cuales eran "malos hombres y engañadores") 2 Timoteo 3:13). Para las conexiones entre 2 Timoteo 3 y los judaizantes, véase notas en 2 Timoteo 2:26; entre ellos y los "engañadores", véase "Explicación Sugerida" Nº 2 de 1 Timoteo 5:14. Otro Enfoque
David Pitt-Francis expuso la idea de que muchos de los documentos tardíos del Nuevo Testamento son comentarios completos y alusión crítica a las ideas populares de la falsa religión que estaban circulando en aquel tiempo. Su comentario sobre Efesios 6 merece citarse más extensamente (1). "El objetivo del mensaje cristiano era sacar tales deidades imaginarias de sus lugares, de manera que los hombres den real gloria a Cristo y sólo al Dios del cielo. Pablo describe el conflicto del testigo cristiano como una lucha, no contra carne y sangre sino... "contra los principados, contra las potestades, contra los gobernantes mundiales de estas actuales tinieblas; contra huestes espirituales de maldad en lugares celestiales". Para muchos familiarizados con el verdadero impacto del evangelio, tanto el sol como la luna parecían tener personalidades que ellos no poseían, como la poseían las estrellas del cielo, el cielo mismo, y aquellas partes elevadas de la naturaleza tales como montañas e islas. De este modo, Isaías 2, que contiene básicamente una profecía contra la idolatría en Israel, y describe la adoración a ídolos en el contexto de "altas montañas" y "elevadas colinas", contiene una descripción de la huida de hombres hacia cuevas y hendiduras en las rocas a causa del terror de Dios, y esta descripción se ha tomado del Apocalipsis. El final de la adoración al sol, a la luna y las estrellas está también predicho por Isaías en un pasaje posterior, donde se describe que los imaginarios dioses del cielo serán castigados: "En aquel día, Jehová castigará al ejército de los cielos en lo alto, y a los reyes de la tierra en la tierra. Y serán amontonados como se amontona a los encarcelados en una mazmorra... Entonces la luna se avergonzará, y el sol se confundirá cuando Jehová de los ejércitos reine" (Versión Rey Santiago). Aquí los ejércitos de los cielos no pueden representar a los reyes de la tierra, los cuales se describen por separado en este pasaje. Los reyes se encarcelan a sí mismos en una mazmorra, tal como los del capítulo 2, los cuales entran en las cuevas y hendiduras de la tierra, y también los principales hombres del sexto sello. El efecto del testimonio cristiano sería la caída de los imaginarios dioses del mundo antiguo, los cuales estaban todos relacionados con las elevadas cosas de la naturaleza En un contexto greco-romano, por ejemplo el sol habría estado relacionado con Apolo, la luna con Artemisa, las estrellas con muchas deidades y el cielo mismo con Urano. Las montañas y las islas eran no sólo objetos de adoración, sino a menudo lugares de adoración (compare la adoración en el "lugar alto" del Israel apóstata). Sin embargo, el contexto greco-romano es parcial y engañoso, y ha dado como resultado un entendimiento restringido y parcial de la profecía. La interpretación es obvia, pero la más olvidada. En el Antiguo Testamento, las palabras "sol" y "luna" ocurren frecuentemente como objetos de adoración falsa. La frase "ejércitos del cielo" (es decir, las estrellas) se usa de manera similar. La enseñanza de que aquellas cosas que se hallan elevadas en la naturaleza representaban a los dioses que en aquel tiempo se creía que existían, contra los cuales arremetió el cristianismo, fue plenamente aceptado por la iglesia primitiva en su entendimiento de pasajes como estos: "Todo monte y collado serán bajados" para preparar una carretera para el avance del evangelio. No hay, ni ha habido jamás, "fuerzas espirituales de maldad en las regiones celestes" en el sentido en el que la frase pueda haber sido entendida básicamente por los paganos conversos; pero la adoración al sol, a la luna y a las estrellas ha dominado los cultos religiosos de cada nación bajo el cielo, y se les ha relacionado con cada clase de mal. Las profecías del antiguo Testamento, tales como las citadas de Isaías, se entendían con el significado de que los dioses perderían su poder a causa del testimonio cristiano, porque la mayor parte de la gente en los días de Isaías y de Juan habrían considerado al sol, la luna y las estrellas como personalidades por derecho propio, ya sea que ellos los adoraran o no. Cada nación adoraba a su dios-sol y a su diosa-luna. Muchos equiparaban la luz del sol y la luna con la luz suprema de Dios mismo. La perversa adoración de todas las naciones estaba dirigida a los ejércitos del cielo, e Isaías, en los pasajes citados, previó el tiempo en que los ejércitos del cielo serían "avergonzados" por la luz suprema de la Verdad Divina. Habría sido tedioso en Apocalipsis haber nombrado específicamente las deidades de Grecia y Roma, peor aún las de todas las otras naciones. Los nombres del dios-sol, Apolo, Ra, Amón, Baal, Bel-Marduk... por sí solos habrían formado un catálogo impresionante. Y los nombres de la diosa-luna, los dioses de los ejércitos del cielo, del firmamento, de las islas y de las montañas, y la lista habría sido imposiblemente larga. Además, este capítulo no menciona, como Isaías, a aquellos relacionados con robles y árboles, sino sólo los elevados obstáculos para el avance del evangelio, aquellos en el firmamento y aquellos que se proyectan hacia el firmamento. Las palabras de Jesús son aun más concisas, porque él dice que "los poderes del cielo" serán sacudidos. Estos poderes no son fenómenos naturales (es decir, el "orden" o "curso" de la naturaleza). En su contexto original la palabra significaba fuerzas o ejércitos. Es inconcebible que ejércitos angélicos sean sacudidos; de ahí que, usando el lenguaje de Efesios, la palabra debe significar aquellas fuerzas imaginarias que se dice que existen en los cielos, las fuerzas espirituales de maldad en regiones celestes. Esta colección de "fuerzas" era la mezcolanza panteísta de Grecia, Roma, Egipto, Babilonia y las otras antiguas naciones. Estas fuerzas perderían su control sobre la mente de las personas debido a la valentía de la Iglesia en su predicación. Ellos abrirían camino para que el Cordero de Dios ocupe el cielo, y mucho tiempo después el conocimiento científico humano revelaría que eran nada más que masas estériles de materia. De este modo, "los principados y las potestades", las "fuerzas del cielo", "los ejércitos del cielo" pronto perderían su influencia. Poco después, Clemente de Alejandría, en su "Exhortación a los Gentiles", se burlaría de la aparente impotencia de esos dioses, que una vez parecían ser tan activos". Nota (1) David Pitt-Francis, The Most Amazing Message Ever Written (Irchester: Mark Saunders Books, 1984), capítulo 4.
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