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EL VERDADERO DIABLO Una Exploración Bíblica |
correo electrónico del autor, Duncan Heaster
Contenido Capítulo 2 - Algunas Enseñanzas Básicas de la Biblia Capítulo 3 - Algunas Implicaciones Prácticas 3-1 Algunas Implicaciones Prácticas Capítulo 4 - Demonios Capítulo 5 - Un Examen de los Pasajes Específicos de la Biblia que Mencionan al Diablo y a Satanás Capítulo 6 - Algunas Conclusiones |
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1-4-1 Satanás en el Paraíso Perdido La obra Paraíso Perdido, de John Milton, con sus gráficas representaciones de un Satanás rebelde que es arrojado del cielo a la tierra, popularizó considerablemente la imagen de un Satanás personal. Las imágenes visuales evocadas por el poema de Milton permanecen de manera significativa en la mente de muchos hasta este día, incluso si ellos mismos no han leído este poema épico. Pero su influencia ha sido tal en los últimos cien años que muchos han llegado a suponer que esto es realmente un reflejo de la enseñanza bíblica. Enfrentémoslo: la gente adopta sus ideas religiosas principalmente de la cultura popular, lo que ven en el arte, lo que escuchan en la calle, lo que otros conversan... más bien que leyendo libros de teólogos y de estudiantes bíblicos. No hay ninguna duda que el arte desempeñó un papel altamente significativo en fijar la idea de un Satanás personal en la mente de la gente; y el Paraíso Perdido desempeñó una parte importantísima en esto (1). Milton mismo admitió que él escribió el poema [entre otras razones] a fin de "justificar los caminos de Dios a los hombres" (1.26). Y este es un tema reiterado que encontramos en toda la historia de la idea de un Satanás personal. Es como si los hombres sintieran que tienen que pedir disculpas por la existencia de Dios, así como buscan de algún modo evitar el difícil hecho que la Biblia enseña que es sólo Dios quien finalmente permite el mal en la vida humana. Pero hay otro aspecto de Milton. Debe recordarse que Milton rechazó muchas doctrinas "cristianas" oficiales; por ejemplo, la trinidad, el bautismo de niños pequeños, y la inmortalidad del alma, y despreció al clero pagado (2). Como hacemos notar en la sección1-5, Isaac Newton llegó a idénticas conclusiones, y su rechazo de esos mismos dogmas prevalecientes lo llevaron asimismo a rechazar la idea popular de un Diablo personal, y a redescubrir la definición bíblica de Satanás como simplemente un "adversario", con especial referencia al adversario de la tentación y del pecado humano. Por lo tanto, podemos razonablemente, especular que Milton hizo lo mismo. John Rumrich ha desarrollado esta posibilidad extensamente, llegando a la sugerencia que en realidad la totalidad de Paraíso Perdido es el medio de Milton para burlarse de los extravagantes requerimientos del mito de un Diablo personal, llevando la idea completa a sus lógicas conclusiones. De ahí que Rumrich pida una radical reinterpretación de lo que realmente trata el libro Paraíso Perdido (3). Después de todo, hay un inmenso contraste entre el enorme poder e inteligencia del supuesto Diablo y su comportamiento tan torpe, al [supuestamente] cometer los pecados de envidia y orgullo, lo que de este modo lo llevó a su caída. Sin duda, una criatura altamente inteligente no habría caído en un pecado tan simple. El tratado teológico de Milton, De Doctrina Cristiana, cita Isaías 45:6, 7 ("Yo Jehová, y ninguno más que yo, que formo la luz y creo las tinieblas") como evidencia en contra tanto de una trinidad de dioses como un Diablo personal. Milton concluyó: "Estas palabras excluyen la posibilidad, no sólo de que haya cualquier otro Dios, sino también que haya cualquier persona, de cualquier clase, igual a él; ... es intolerable e increíble que un poder maligno fuera más fuerte que el bien y que desafíe al poder supremo" (4). En ese tratado, Milton también elogia la declaración de George Herbert que "los diablos son nuestros pecados en perspectiva", y durante todo su intento por una teología sistemática en el libro, Milton nunca dice realmente que él está de acuerdo con la idea popular acerca de Satanás. Hemos mostrado en otro lugar de este libro que la idea del cristiano común acerca de Satanás se derivó de un punto de vista judío equivocado acerca de Satanás, lo que a su vez había sido influenciado por las culturas circundantes con las cuales ellos se mezclaron. Uno se pregunta si Milton reconoció eso por la manera en que él nombra al gabinete de Satanás a semejanza de los títulos de los dioses en los cuales creían las naciones que tanto influyeron en Israel: Moloc, Quemos, los Baales, Astoret, Asorted, Astarté, Tamuz, Dagón, Rimón, Osiris, Isis, Horus, Belial, etc . Como estudiante bíblico, sin duda Milton estaba plenamente consciente de que la Biblia menciona a estos dioses y los define como "no dioses", como inexistentes. Todos estos puntos palidecen hasta la insignificancia ante el sencillo hecho que en su De Doctrina Cristiana, y en los comentarios de los eruditos mencionados en la nota (2), Milton rechaza la idea de la almas inmortales y entiende al infierno como el sepulcro, como nosotros lo hacemos en la sección 2-5. Sin embargo, los primeros dos libros de Paraíso Perdido tratan totalmente acerca del concepto popular acerca del infierno como un lugar de tormento. Milton nos da una gira guiada, por así decirlo, por nueve supuestos círculos del infierno. ¿Cómo hemos de armonizar esta diferencia entre su poesía y sus creencias teológicas personales? La obvia conclusión seguramente sería que él está sobre-coloreando el concepto popular acerca del infierno de una manera sarcástica, como si dijera: 'si este lugar realmente existe, bueno, ¿es así como se supone que es?'. De este modo, él está mofándose de la idea popular llevándola a sus lógicas conclusiones; y es probable que haya hecho lo mismo con los temas afines acerca de Satanás. Debe entenderse que apartarse de la posición doctrinal de la iglesia popular en aquellos tiempos era un asunto riesgoso; tenía que hacerse discretamente, especialmente para personas de cualquier posición en la sociedad como Milton y Newton. Este hecho, al menos así yo lo creo, hace más probable que Milton estaba exagerando y desarrollando las extravagantes implicaciones acerca de Dios como si estuviese librando una batalla con un ángel, a fin de mostrar al lector reflexivo lo errónea que era esa idea. Stanley Fish argumenta que era una característica de Milton escribir de una manera altamente engañosa, usando su habilidad como autor para mostrar que el significado que él ha dado a algunas frases es en realidad todo lo opuesto (5). Un ejemplo es la forma en que Milton promueve una de los "difíciles aspectos" del mito del Diablo: Si Adán pecó, pero pudo arrepentirse, ¿por qué no pudieron arrepentirse Satanás y los supuestos ángeles caídos? De este modo, Milton observa: "Por lo tanto, el hombre hallará gracia / el otro [es decir, Satanás] ninguna" (3.131). Esta es una de las muchas contradicciones que he enumerado en la sección 3-2 como ejemplos de la masa de problemas lógicos y bíblicos creados por la idea de un Satanás personal. A veces, parece casi sarcástico respecto a la existencia de Satanás como el monstruo marino "Leviatán" del libro de Job. El libro 1.192-212 presenta a esta bestia como un mito en el que creen los marineros, los cuales a veces chocaban con él, suponiendo que era una isla, y arrojaban el ancla "en su escamoso pellejo" -- "de volumen tan enorme como el que las fábulas describen de tamaño monstruoso" (1.196.197). Pero esto puede ser más que sarcasmo; Milton postula aquí que Satanás es "tan enorme" como las fábulas lo pintan que es. Milton pudo estar diciendo: '¿Es esta, entonces, la criatura a la que sus fábulas nos llevan a creer?'. En línea con esto, considere las conexiones entre Milton y Dante que han sido investigadas y analizadas por muchos eruditos. Las similitudes entre el Paraíso Perdido de Milton y La Divina Comedia de Dante son evidentes. Quizás hay una investigación esperando que se haga respecto a si Dante no estaba también usando un elemento de sarcasmo en su presentación de Satanás; después de todo él titula su obra como "La Divina Comedia", como si no quisiera que las imágenes que él pintó se tomaran literalmente. En tiempos más recientes, los escritores soviéticos que querían criticar al sistema, o aquellos que viven en cualquier régimen represivo, siempre escribieron de una manera tal que en la superficie parecía que estaban apoyando la línea del partido; sólo los reflexivos captaban que en realidad el sub-texto de su obra era una violenta negación de todo ello. Parece probable que Milton estaba haciendo lo mismo. Y sin embargo, el hecho es que la mayoría de la gente lee literatura y ciertamente recibe cualquier clase de arte a un nivel superficial; a menudo "no captan" lo que el artista está tratando realmente de comunicar. Y de este modo, las imágenes de Satanás que es lanzado por sobre las almenas del cielo permanecen en la conciencia popular como resultado de la historia épica y gráfica de Milton acerca de "Satanás". Como concluye Neil Forsyth: Tan apremiante es el carácter de Satanás en Paraíso Perdido que generaciones de lectores ingleses, conociendo a su Milton mejor que a su Biblia, han supuesto que el cristianismo enseña una compleja historia acerca de la caída de los ángeles después de una guerra en el cielo, y han quedado sorprendidos de no hallar ninguna mención acerca de Satanás en el libro de Génesis" (6). G. B. Cair concluye igualmente: "La Biblia no dice nada de la caída de Satanás que es familiar para los lectores de Paraíso Perdido" (7). Si estas autoridades concuerdan o no, no es por supuesto el objetivo; pero yo hago referencia a ellas para mostrar que la tesis desarrollada en todo este libro no es original, y que muchos respetados eruditos y pensadores han llegado a similares conclusiones. Milton, Goethe y Mary Shelley
Veo una similitud entre el enfoque de Milton y el de J. W. von Goethe en su Fausto. El Diablo de Goethe, Mefistófeles, ha llegado a ser una imagen sumamente influyente en la mente de muchos que creen en un Satanás personal. Pero Goethe "siempre negó vehementemente la existencia literal del Diablo de los cristianos" (8). Él saca a la superficie la tensión que hay entre las ideas acerca de que siempre se hará la voluntad de Dios y la supuesta existencia de Satanás: "Él es una invitación al lector a enfrentar la multiplicidad de la realidad" (9). Pero, al igual que Milton, yo sugiero que la presentación de Goethe de un Diablo personal es demasiado convincente para el lector superficial y para aquellos que nunca leyeron el libro, pero que están influenciados por las imágenes que aparecen en él. Lo mismo va para el Frankenstein de Mary Shelley. Su esposo Percy Shelley se había mofado abiertamente de la idea de un Diablo sobrenatural, como comentamos en la sección 1-4. Y Mary Shelley claramente tiene una intención irónica en su novela; la fuente del mal se presenta en los humanos que crearon al monstruo Frankenstein más bien que en el monstruo mismo. Significativamente, ella retrata a su Frankenstein enseñándose a sí mismo a leer en Paraíso Perdido, como si ella reconociera hasta qué punto el poema épico de Milton había influenciado la percepción del Diablo como un monstruo grotesco; según Mary Shelley, Paraíso Perdido había influenciado incluso en su propia percepción acerca de Satanás. Milton, T.S. Eliot y los Cristadelfianos
Los cristadelfianos, junto con su complemento 'Carelink Ministries', son la única denominación de un tamaño significativo que formalmente rechazan la existencia de un Satanás sobrehumano como un artículo de fe. Sus creencias se resumen en su folleto La Declaración. La siguiente anécdota personal de Ted Russell, ex profesor de inglés en la Universidad de Sydney occidental, Australia, es una interesante confirmación de lo que hemos sugerido hasta ahora: "Hay algo interesante acerca de John Milton que tiene que ver con los cristadelfianos. Cuando estuvimos en Birmingham en 1956, hicimos una pregunta a John Carter [difunto editor de la revista The Christadelphian]. Habíamos ido a visitar la cabaña de Milton en Buckinghamshire: "Por qué la repisa que hay sobre la chimenea en la cabaña de Milton tiene una placa de bronce que contiene las palabras 'John Milton... una especie de cristadelfiano', que se atribuyen a T. S. Eliot? No había cristadelfianos en los días en que fueron escritas". "Ah, sabemos de eso", dijo John Carter "Estamos conscientes de que John Milton tenía las mismas ideas que tenemos nosotros acerca de Satanás y de muchas otras cosas. Milton era una especie de cristadelfiano, porque él creía como nosotros, y en realidad hay mención de él y de ese hecho en la contratapa interior de La Declaración". El punto no es tanto que nosotros reconozcamos a Milton o no, sino que T. S. Eliot reconoció la conexión entre Milton y los cristadelfianos. Es por eso que T. S. Eliot al estudiar y entender la poesía de Milton como figurada y no literal, se dio cuenta de las verdaderas creencias religiosas sobre el tema en "Paraíso Perdido" y entendió que él era "una especie de cristadelfiano", aunque Milton vivió 200 años antes de que se formaran los cristadelfianos" (10). Notas(1) Véase Luther Link, The Devil: The Archfiend in Art (London: Reaktion Books, 1995).
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