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EL VERDADERO DIABLO Una Exploración Bíblica |
correo electrónico del autor, Duncan Heaster
Contenido Capítulo 2 - Algunas Enseñanzas Básicas de la Biblia Capítulo 3 - Algunas Implicaciones Prácticas 3-1 Algunas Implicaciones Prácticas Capítulo 4 - Demonios Capítulo 5 - Un Examen de los Pasajes Específicos de la Biblia que Mencionan al Diablo y a Satanás Capítulo 6 - Algunas Conclusiones |
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Capítulo 2 ALGUNAS ENSEÑANZAS BÁSICAS DE LA BIBLIA
Yo sostengo que la Biblia enseña que los ángeles son:
Una de las más comunes de las palabras hebreas que se han traducido como Dios es "Elohim", la que estrictamente significa "poderosos". La palabra a veces puede referirse a los ángeles quienes, como los "poderosos" de Dios, llevan este nombre y pueden efectivamente ser llamados "Dios", porque representan a Dios. Salmos 8:5 habla de como Dios creó a la humanidad un "poco menor que los ángeles". La palabra hebrea elohim se ha traducido como aggelous ["ángeles"] en la Septuaginta; y eso queda confirmado porque el versículo se cita en Hebreos 2:7 como "ángeles". El relato de la creación del mundo en Génesis 1 nos dice que Dios expresó ciertos mandatos referente a la creación, "y fue así". Fueron los ángeles los que llevaron a cabo estos mandatos. "Ángeles, poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra, obedeciendo a la voz de su precepto" (Salmos 103:20), Por lo tanto, es razonable suponer que cuando leemos que "Dios" creó al mundo, esta obra fue hecha en realidad por los ángeles. Job 38:4-7 también sugiere esto. El hombre fue creado en el sexto día. "Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza" (Génesis 1:26). Note que la palabra "Dios" aquí no se está refiriendo a Dios mismo en persona; "Hagamos al hombre" muestra que la palabra "Dios" se está refiriendo a más de una persona. La palabra hebrea traducida aquí como "Dios" es "Elohim", que significa "Poderosos", con referencia a los ángeles. Ellos son seres muy reales, que comparten la misma naturaleza de Dios. En la Biblia hay dos "naturalezas"; y por el significado mismo de la palabra no es posible tener estas dos naturalezas simultáneamente. La naturaleza de Dios ("naturaleza divina")
Esta es la naturaleza de Dios y de los ángeles, y la naturaleza que le fue dada a Jesús después de su resurrección (Hechos 13:34; Apocalipsis 1:18; Hebreos 1:3). Esta es la naturaleza que se ha prometido a los fieles (Lucas 20:35, 36; 2 Pedro 1:4; Isaías 40:28 cf. v 31). La naturaleza humana
Esta es la naturaleza que poseemos en el presente todos los hombres, buenos y malos. El fin de esa naturaleza es la muerte (Romanos 6:23). Esa fue la naturaleza que tuvo Jesús durante su vida mortal (Hebreos 2:14-18; Romanos 8:3; Juan 2:25; Marcos 10:18). Es desafortunado que la palabra 'naturaleza' sea en inglés [y en castellano] un tanto vaga: podemos usarla de diversas maneras, por ejemplo, 'Juan es de una naturaleza generosa. Simplemente no está en su naturaleza ser mezquino; pero puede estar realmente orgulloso de su auto, porque así es la naturaleza humana, supongo'. Esta no es la forma en que estaremos usando la palabra en estos estudios. El Aspecto Angélico
Como los ángeles tienen la naturaleza de Dios, deben ser, por lo tanto, sin pecado y no pueden morir, ya que el pecado produce la muerte (Romanos 6:23). A menudo, cuando los ángeles aparecían en la tierra, se veían como hombres comunes.
Los Ángeles no PecanComo los ángeles comparten la naturaleza de Dios, no pueden morir. Y ya que el pecado produce la muerte, se desprende, por lo tanto, que no pueden pecar. Las palabras griegas y hebreas originales que se han traducido como "ángel" significan "mensajero"; los ángeles son los mensajeros o siervos de Dios, obedientes a él, por lo tanto es imposible pensar que ellos son pecadores. La palabra griega aggelos, que se ha traducido como "ángeles", también se ha traducido como "mensajeros" cuando se refieren a seres humanos; por ejemplo, Juan el Bautista (Mateo 11:10) y sus mensajeros (Lucas 7:24); los mensajeros de Jesús (Lucas 9:52) y los hombres que fueron a espiar a Jericó (Santiago 2:25). Por supuesto, es posible que "ángeles" en el sentido de mensajeros humanos, pueden pecar. Los siguientes pasajes muestran claramente que todos los ángeles (¡no tan sólo algunos de ellos!) son por naturaleza obedientes a Dios, y por lo tanto no pueden pecar. "Jehová estableció en los cielos su trono, y su reino domina sobre todos (es decir, no puede haber rebelión en contra de Dios en el cielo). Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles, poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra, obedeciendo a la voz de su precepto. Bendecid a Jehová, vosotros todos sus ejércitos, ministros suyos, que hacéis su voluntad" (Salmos 103:19-21). "Alabadle, vosotros todos sus ángeles... todos sus ejércitos" (Salmos 148:2) "Los ángeles... ¿no son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?" (Hebreos 1:13, 14). La repetición de la palabra "todos" muestra que los ángeles no se hallan divididos en dos grupos, uno bueno y el otro pecador. La importancia de entender claramente la naturaleza de los ángeles es que el galardón de los fieles es compartir su naturaleza: "Los que fueren tenidos por dignos... ni se casan, ni se dan en casamiento... no pueden ya más morir, pues son iguales a los ángeles" (Lucas 20:35, 36). Este es un punto vital que se debe captar. Los ángeles no pueden morir: "La muerte... no tiene dominio sobre los ángeles" (Hebreos 2:16 - Diaglott, margen). Si los ángeles pudieran pecar, entonces aquellos que son tenidos por dignos de galardón al regreso de Cristo, también todavía podrán pecar. Y ya que el pecado produce la muerte (Romanos 6:23), por lo tanto ellos no tendrán vida eterna; si tenemos una probabilidad de pecar, tenemos la capacidad de morir. De este modo, decir que los ángeles pueden pecar le quita sentido a la promesa de Dios de vida eterna, ya que nuestro galardón es compartir la naturaleza de los ángeles. La referencia a "los ángeles" (Lucas 20:35, 35) muestra que no hay categorización de ángeles como buenos o pecadores; hay sólo una categoría de ángeles. Daniel 12:3 dice que los fieles brillarán como las estrellas; y a las estrellas se les relaciona con los ángeles; y sin embargo se nos dará una naturaleza inmortal impecable. Por lo tanto, los ángeles no pueden pecar. Nuestra esperanza es entrar en la maravillosa libertad de la naturaleza que los "Hijos de Dios", es decir, los ángeles, tienen ahora (Romanos 8:19). Si los ángeles pudieran pecar, entonces Dios quedaría imposibilitado de actuar en nuestra vida y en los asuntos del mundo, ya que él ha declarado que él trabaja por medio de sus ángeles (Salmos 103:19-21). Dios lleva a cabo todas las cosas con su poder del espíritu y actuando por medio de los ángeles (Salmos 104:4). Que ellos le sean desobedientes es una imposibilidad. Los cristianos deberían orar diariamente para que venga a la tierra el reino de Dios, a fin de que su voluntad se haga aquí como en el presente se hace en el cielo (Mateo 6:10). Si los obedientes ángeles de Dios tienen que competir con ángeles pecadores en el cielo, entonces su voluntad no se podría cumplir plenamente allí, y por lo tanto la misma situación se produciría en el futuro reino de Dios. Pasar la eternidad en un mundo que sería una perpetua batalla entre el pecado y la obediencia es difícilmente una perspectiva alentadora; pero eso, por supuesto, no es el caso. También es necesario notar que la idea acerca de ángeles que pecaron es en realidad pagana; los mitos persas acerca de un dios bueno y uno malo también implicaban la idea de ángeles caídos; y las primeras vedas hindúes, que datan desde alrededor del año 1000 a.C, también tenían esta idea. Hebreos 2:16-18 compensa hacer una reflexión más detenida de este contexto acerca de los ángeles y la posibilidad de pecar. Habla de las razones por qué el Señor Jesús tuvo que ser de naturaleza humana: "Porque ciertamente no tomó sobre sí la naturaleza de los ángeles, sino que tomó sobre sí la [naturaleza de la] simiente de Abraham. Por lo cual correspondía que fuera en todo semejante a sus hermanos, a fin de ser un sumo sacerdote misericordioso y fiel en cosas que atañen a Dios, para hacer reconciliación por los pecados del pueblo. Por cuanto él mismo ha sufrido siendo tentado, puede socorrer a los que son tentados" (KJV). Precisamente, porque el Señor Jesús tenía que ser tentado a pecar, él no tuvo la naturaleza angélica, sino la naturaleza humana. Su misión era salvar a la humanidad de pecado humano, no a los ángeles. Por eso debía tener naturaleza humana a fin de que pudiera ser tentado a pecar; y el escritor hebreo le da vueltas al mismo tema de que por lo tanto él no tenía la naturaleza angélica. La cual, por deducción, no puede ser tentada a pecar. Note de nuevo cómo la Biblia habla de "ángeles", como si hubiera una sola categoría de ángeles: seres celestiales obedientes. Incluso algunos de aquellos que creen en la figura de un Satanás personal se han visto impulsados a admitir esta enseñanza básica: Los ángeles no pecan. Véase a Agustín en Contra Fausto, Libro 22, sección 28: "Además, los ángeles no pecan, porque su naturaleza celestial se halla en tal posesión de la ley eterna que Dios es el único objetivo de su deseo, y ellos obedecen su voluntad sin ninguna experiencia de tentación. Pero el hombre, cuya vida es un estado de probación a causa del pecado, controla en sí mismo lo que tiene en común con las bestias, y guarda para Dios lo que tiene en común con los ángeles; hasta que cuando esté perfeccionada la justicia y alcanzada la inmortalidad, él sea levantado de entre las bestias y alineado con los ángeles". En su Commentary on Genesis [Comentario de Génesis], sección 11, él escribió: "En los santos ángeles se halla esa naturaleza que no puede pecar". Sin embargo, sus puntos de vista acerca de Satanás y su interpretación de Génesis 6 [según la cual los seres angélicos pecaron con mujeres de la tierra] contradice esta posición; una de las muchas contradicciones en los puntos de vista tradicionales acerca de Satanás y del mal, lo que consideraremos en la sección 3-2. Ángeles y creyentes
Hay buena razón para creer que cada verdadero creyente tiene un ángel --quizás uno especial-- que le ayuda en su vida.
(Salmos 34:7).
Si los ángeles pudieran ser malos en el sentido de ser pecadores, entonces semejantes promesas del control e influencia angélica en nuestra vida se convertiría en una maldición en vez de una bendición. Hemos visto, entonces, que los ángeles son seres...
¿Pero...? Muchos grupos cristianos tienen la idea de que los ángeles pueden pecar, y que ahora existen ángeles pecadores que son responsables del pecado y de los problemas que hay en la tierra. Algunos pasajes malentendidos como estos se examinan en más detalle en la sección 5. Por ahora, señalemos los siguientes puntos:
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