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EL VERDADERO DIABLO Una Exploración Bíblica |
correo electrónico del autor, Duncan Heaster
Contenido Capítulo 2 - Algunas Enseñanzas Básicas de la Biblia Capítulo 3 - Algunas Implicaciones Prácticas 3-1 Algunas Implicaciones Prácticas Capítulo 4 - Demonios Capítulo 5 - Un Examen de los Pasajes Específicos de la Biblia que Mencionan al Diablo y a Satanás Capítulo 6 - Algunas Conclusiones |
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4-7 La Psicología de la Creencia en Demonios A los demonios nunca se les describe en la Biblia tratando de tentar a la gente o de corromperla; los demonios, en el sentido de gente poseída por un demonio, a menudo expresan fe en Cristo. Esto se halla en visible contraste con la generalizada suposición de que los demonios son ángeles caídos que se hallan dedicados a tentar a la gente hacia el pecado. En las iglesias pentecostales oímos de un demonio de las compras, un demonio del cigarrillo, un demonio de la velocidad, etc. Pero esto simplemente no es como se les menciona a los demonios en el Nuevo Testamento. La Biblia se refiere a los demonios como los ídolos que se construyeron para representarlos; y se recalca que estos ídolos y los demonios que supuestamente están detrás de ellos no existen. Y por lo tanto, "no tengáis temor de ellos, porque ni pueden hacer mal, ni para hacer bien tienen poder" (Jeremías 10:3-6; Salmos 115:2-9). Bullinger tiene algunos interesantes comentarios sobre la mujer con un "espíritu [inmundo] de enfermedad" (Lucas 13:11) que le impedía enderezarse. "Lo negativo es me, no ou, y es, por lo tanto, subjetivo. Ella sentía como que no podía hacerlo... parece, por lo tanto, que era un desorden nervioso, y tenía que ver con su pneuma, o mente (1). Y sin embargo se le describe de haber estado "atada por Satanás". El "Satanás" o adversario de ella para que no pudiera enderezarse era su propia mentalidad. Y fue este espíritu o mentalidad "de enfermedad" del cual la liberó el Señor. Aquí vemos claramente la conexión entre "espíritu" y desorden mental o disfunción; porque en la Escritura la palabra "espíritu" a menudo se refiere a la mentalidad psicológica de una persona. Por si fuese de interés, los psicólogos han sugerido que la creencia en demonios está arraigada dentro del deseo humano por exteriorizar nuestros problemas internos, para descargar todos nuestros temores e ira internos sobre alguna criatura mítica de nuestra propia creación. No soy un gran admirador de Freud , pero algunas de sus conclusiones, por lo menos, merecen referencia. Él negó la existencia literal de los demonios, pero enfrentó el tema de por qué la gente cree en ellos. Él afirmó que la creencia se derivó "de los impulsos crueles y hostiles suprimidos. La mayor parte de la superstición significa temor de un inminente mal, y aquel que con frecuencia ha deseado el mal a otros, pero debido a una buena educación ha representado lo mismo en el inconsciente, será especialmente apto para esperar castigo por semejante mal inconsciente en la forma de una desgracia que lo amenace desde el exterior" (2). Además, él escribió: "[Es] muy posible que el concepto total acerca de los demonios se haya derivado de la extremadamente importante relación con los muertos... nada testifica tanto de la influencia del luto en el origen de la creencia en demonios como el hecho de que siempre se creyó que los demonios eran los espíritus de personas muertas no hace mucho tiempo" (3). Por lo tanto, la ira, la culpa y el temor, que son parte del proceso del luto, vinieron a descargarse sobre "demonios" imaginarios. Gerardus van der Leeuw, un teólogo, extendió la idea: "El horror y el estremecimiento, el súbito susto y la frenética demencia del terror, todo esto recibe su forma en el demonio; éste representa la absoluta horribilidad del mundo, la incalculable fuerza que teje su tela de araña a nuestro alrededor y amenaza apoderarse de nosotros. De ahí toda la vaguedad y ambigüedad de la naturaleza de los demonios... el comportamiento de los demonios es arbitrario, sin propósito, incluso torpe y ridículo, pero a pesar de esto, no deja de ser aterrador" (4). No estoy seguro si puedo estar de acuerdo en todo lo que estos escritores sugieren en este contexto; pero a mí me parece una muy probable explicación psicológica de la creencia común en los demonios. Nuestra ira, nuestro temor, nuestro temblor, nuestro temor a lo desconocido, incluso de nosotros mismos, era de algún modo transformado por la gente en una creencia de que todas estas cosas existían de una forma concreta y tangible como "demonios" externos a nosotros. Nosotros, por decirlo así, descargamos nuestros propios demonios internos sobre demonios externos y literales... como siempre, para hacernos aparecer lo menos culpables, lo menos temerosos y lo menos pecaminosos. Notas (1) E.W. Bullinger, Word Studies on the Holy Spirit (Grand Rapids: Kregel, 1985 ed.) p. 63 [publicado anteriormente como The Giver and His Gifts]. (2) Sigmund Freud, “Psychopathology of Everyday Life,” en The Basic Writings of Sigmund Freud, ed. A. A. Brill (New York: The Modern Library, 1938), p. 165. (3) Sigmund Freud, “Totem and Taboo” in The Basic Writings of Sigmund Freud, op. cit., pp. 857–858. (4) G. van der Leeuw, Religion in Essence and Manifestation (Princeton: Princeton University Press, 1986), pp. 134–135.
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